En nuestro anterior artículo, repasábamos las principales novedades y bondades de DeepSeek, siempre atendiendo a lo dicho por sus creadores. En este artículo vamos a indagar en la cara B, ya que no siempre es oro todo lo que reluce (sobre todo cuando reluce tanto).
Desde su lanzamiento, DeepSeek ha generado un torbellino de reacciones en el mundo tecnológico y financiero. La narrativa dominante lo ha presentado como un “cisne negro” que ha sacudido el mercado de la inteligencia artificial (IA) y ha puesto en jaque a gigantes como OpenAI, Microsoft y NVIDIA. Sin embargo, más allá del entusiasmo y la euforia inicial, es necesario analizar con mayor profundidad las desventajas, limitaciones e implicaciones reales de este modelo chino de IA.
DeepSeek: ¿Un avance real o una estrategia de propaganda?
Uno de los principales argumentos a favor de DeepSeek es su supuesta superioridad en eficiencia y costos en comparación con modelos como ChatGPT o Gemini. Se ha publicitado como un sistema que, con solo 5 millones de dólares y menos de 200 empleados, ha logrado lo mismo que modelos que requirieron inversiones de cientos de millones. Esta narrativa, sin embargo, despierta muchas dudas:
- El mito de los costos bajos: Si bien DeepSeek ha sido presentado como una IA desarrollada con una fracción del costo de sus competidores, varios informes indican que su entrenamiento pudo haber contado con hardware más avanzado del que admite públicamente. Antes de las restricciones de exportación impuestas por Estados Unidos, la empresa acumuló hasta 50.000 chips de NVIDIA, y algunos expertos sugieren que en realidad utilizó más de 200.000 chips avanzados fabricados en China.
Limitaciones técnicas y rendimiento cuestionable
El hype en torno a DeepSeek ha sido alimentado por comparaciones selectivas con modelos occidentales. Sin embargo, un análisis más detallado revela problemas significativos:
- Comparaciones engañosas: Muchas pruebas que supuestamente demuestran la superioridad de DeepSeek han sido realizadas contra modelos anteriores de OpenAI, como GPT-4o, en lugar de los más recientes. ChatGPT está a punto de lanzar la versión O3, que promete superar ampliamente a DeepSeek en capacidades de razonamiento y eficiencia.
- Inferencia y precisión comprometidas: Para lograr su eficiencia, DeepSeek ha reducido la precisión de sus cálculos, utilizando 8 bits en lugar de los 32 bits estándar en IA. Si bien esto permite realizar más cálculos con menos memoria, también puede comprometer la calidad de las respuestas y la capacidad de generalización del modelo.
- El síndrome del papagayo digital: Como otros modelos de IA, DeepSeek no “razona” realmente, sino que predice la respuesta más probable en base a patrones aprendidos. A pesar de su capacidad para imitar cadenas de razonamiento, sigue sin aproximarse a la cognición humana, y sus mejoras no lo convierten en un paso decisivo hacia la inteligencia artificial general.
Dependencia del ecosistema chino y restricciones de censura
Uno de los aspectos más preocupantes de DeepSeek es su alineación con las políticas de censura y control del gobierno chino. Mientras que modelos occidentales como ChatGPT pueden ser criticados por sesgos ideológicos o restricciones temáticas, la censura en DeepSeek es mucho más rígida.
Impacto en el mercado de IA y la geopolítica tecnológica
DeepSeek ha sido presentado como una amenaza para el dominio de Estados Unidos en IA, pero su impacto real podría ser más matizado de lo que parece.
¿Revolución o espejismo?
DeepSeek ha generado titulares explosivos, pero un análisis detallado muestra que su impacto real puede estar sobrevalorado. Su supuesta superioridad técnica se basa en comparaciones selectivas, su transparencia es limitada y su alineación con la censura del gobierno chino plantea serias dudas sobre su neutralidad y seguridad.
Si bien su eficiencia en el uso de hardware es destacable, no representa un salto disruptivo en la IA, sino una optimización de estrategias existentes. La competencia con modelos occidentales aún está en evolución, y es probable que las mejoras introducidas por DeepSeek sean replicadas en poco tiempo.
Más allá del ruido mediático, la pregunta clave sigue siendo:
¿Estamos realmente avanzando hacia una IA más poderosa y accesible, o simplemente presenciamos una guerra de propaganda y geopolítica disfrazada de innovación tecnológica?