Actualmente las empresas generan una gran cantidad de datos a lo largo de una jornada. Gracias a internet todo lo que ocurre queda registrado: cuántas personas visitan la web, datos demográficos, cómo te han encontrado (redes sociales, publicidad o búsqueda), qué productos son los más comprados… absolutamente todo.
Estos datos suelen analizarse para medir el impacto de cada acción, pero existen otras fuentes de datos que normalmente no se tienen en cuenta. Se trata de los softwares de gestión empresarial que utilizan las organizaciones para una mejor gestión de sus recursos. Hablamos de los ERPs, CRMs, GMAO, SGA, MES, etc. Este tipo de herramientas se utilizan en el día a día de la empresa, pero una vez que han cumplido su función los datos se olvidan o se usan únicamente para tareas de contabilidad o facturación.
Cómo extraer valor de los datos
En estos softwares de gestión se esconde la situación real de la empresa. Analizar estos datos dota a los encargados de tomar decisiones de un apoyo para elegir la decisión correcta en el momento oportuno basándose en datos actualizados. Para ello existen dos formas de poder extraer valor de los datos:
Business Intelligence
Mediante un análisis de los datos del negocio podemos saber qué ha ocurrido anteriormente para así tomar mejores decisiones en el futuro. Se trata de capturar, analizar y visualizar los datos de la empresa en cuadros de mando que muestran la información de forma gráfica e interactiva.
Todos los departamentos de una empresa (financiero, comercial, marketing, producción, recursos humanos, dirección…) generan datos que son aprovechables para la creación de cuadros de mando y KPIs.
Gracias al Business Intelligence, podrás tomar decisiones de una manera más ágil y con datos de calidad, siendo así capaz de adelantarte a tu competencia.
En Mistral nos gusta comparar el Business Intelligence con un retrovisor: gracias a él puedes ver todo lo que hay detrás de ti y es imprescindible para poder conducir, ya sea un negocio o un coche.